Aquí va un principio muy importante: uno nunca necesita violar la Palabra de Dios para hacer la voluntad de Dios. Puede ser que usted crea que le estoy diciendo todo esto porque he vivido muchos años en los Estados Unidos y estoy desconectado de la realidad latinoamericana. Nada más lejos de la verdad. En los primeros 6 años de vida le hemos enseñado principios de administración integral a más de 3.700.000 latinoamericanos. Tengo casi 1.000.000 de kilómetros recorridos por el continente. Y veo dos
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